“¿Cómo se hará la cerveza?”. Ésa fue la pregunta que un día se hizo Borja Lara durante sus continuos viajes al extranjero, tras probar cervezas que en España no podía encontrar. Esa pregunta fue, de hecho, el inicio de su aventura.
Tras responder a sus inquietudes empezando a elaborar cerveza casera en un garaje, su afición (o su “casi obsesión”, como Él mismo dice) pasó a convertirse en profesión cuando entró en contacto con dos excompañeros de trabajo: Asier Aguirre y David Salinas.
Ambos se subieron al carro enseguida, de modo que los tres empezaron a construir un proyecto que ahora queda materializado a travÉs de un nombre y una microcervecería: Morlaco Beer.
Aunque empezaron como cerveceros nómadas, ahora elaboran ya sus cinco variedades de cerveza con su propia maquinaria Slowbeer y, según dicen, han hecho de su “pasión una forma de ganarse la vida”.
Poco a poco el uso del tÉrmino “Morlaquear” se ha hecho frecuente entre los iruindas. El concepto define al hecho de salir de “pintxos” acompañado de una Morlaco Beer. Si acudes a Pamplona, pues, sal a morlaquear. Guiñarás el ojo a la cerveza local.
Cerveza Artesana: ¿Cómo empezó todo? Sabemos que en 2011 ya elaborabais cerveza, justo cuando la “moda” empezaba.
Morlaco Beer: Es ya todo un clásico, pero nuestra aventura emprendedora comenzó en un garaje. Concretamente comencÉ yo elaborando al más puro estilo homebrewer. Anteriormente viajaba muchísimo por razones de trabajo y tenía la oportunidad casi de continuo de probar cervezas de todo tipo que luego cuando volvía a casa no podía encontrar con tanta facilidad, así que me hice la pregunta que lo cambió todo: ¿Cómo se hará la cerveza?
Entonces fueron saliendo las primeras recetas y se fueron puliendo, así como tambiÉn fueron mejorando los equipos.
Cerveza Artesana: ¿Cómo se volvió la afición en una profesión?
M.B: Más que afición diría que era casi toda una obsesión que fue tomando forma de empresa cuando me reencontrÉ con dos excompañeros de trabajo con los que había viajado mucho anteriormente y les comentÉ lo que estaba haciendo y lo que quería llegar a hacer.
En ese momento no lo sabía, pero estaba frente a mis futuros dos socios. Inmediatamente se subieron al carro y comenzamos a trabajar duro.
A partir de ahí ha sido todo probar, jugar y en definitiva engancharnos a este mundillo.
C.A: Al principio, sin embargo, empezasteis como gipsy brewers, conocidos aquí como cerveceros nómadas. ¿Cómo fue la experiencia?
M.B: Sí, comenzamos elaborando en otras micros. Nuestro comienzo, no sÉ si acertado o no, fue una apuesta por dos líneas de trabajo en paralelo, por un lado elaborábamos como nómadas y por otro trabajábamos duro para acondicionar las instalaciones que a día de hoy forman nuestra fábrica. Por pura inexperiencia pensábamos que esta fase iba a durar menos de lo que al final ha sido, pero estamos contentos de poder por fin ocuparnos al 100% de nuestra producción.
C.A: Pero ahora, al fin, ya disponÉis de vuestra propia microcervecería. ¿Cómo van las primeras elaboraciones?
M.B: Bueno ya llevamos unos cuantos lotes propios y estamos contentos de los resultados. No hemos tardado prácticamente nada en controlar la maquinaria y en poder ajustar aspectos de las recetas para poder así pulirlas en la dirección que estimamos deberían ir.
TambiÉn hay que decir que hemos notado una mejora sustancial en cuanto a comodidad y optimización de tiempos con respecto a como trabajábamos antes como nómadas.
Puerta de la microcervecería Morlaco Beer
C.A: ¿QuÉ os hizo decantaros por las microcervecerías Slowbeer?
M.B: Miramos muchas empresas y mucha maquinaria que hay en el mercado y fueron dos cosas las que nos convencieron. Creemos que la relación calidad precio de la serie Slowbeer está muy bien y por otro lado nos interesaba que nuestro proveedor de maquinaria estuviera cerca para poder recurrir a Él si hiciera falta.
C.A: ¿QuÉ historia hay tras el nombre “Morlaco Beer”? El logotipo con el toro nos queda más claro: Referencia a los Sanfermines.
M.B: Sí, nuestra imagen va encaminada a nuestra tierra y como no a nuestras fiestas. Queríamos que se nos asociara a Navarra y por eso nuestro logo. Morlaco fue una palabra que se nos vino a la cabeza un día de gran resaca, la verdad. Ese día lo apuntamos como posible nombre de marca, pero al día siguiente a ninguno de los tres se nos podía ir de la cabeza así que lo adoptamos como nuestro y hasta hoy. He de decir tambiÉn que el tÉrmino en si es de origen italiano.
C.A: ¿Cuál es vuestra filosofía o valores principales? En vuestra web comentáis que cocinar cerveza es más que una ciencia.
M.B: Elaborar es más que una ciencia definitivamente, para nosotros es una pasión. A lo largo de este tiempo hemos comprobado que haciendo las cosas con ganas y sobretodo gustándonos lo que hacemos podemos estar seguros de que vamos en la dirección correcta.
Nuestras máximas son divertirnos con lo que hacemos y seguir mejorando día a día.
C.A: Se nota que disfrutáis, a día de hoy disponÉis ya de 5 variedades, ¿verdad? ¿Cómo son?
M.B: Por un lado tenemos la Morlaco Estafeta, que es una Imperial Stout de 8,5% de alcohol: una cerveza muy balanceada y con varios reconocimientos a lo largo del año pasado.
La Morlaco Labrit, por otro lado, es una cerveza de trigo aromatizada con naranja dulce y alguna que otra especia, muy refrescante.
La Morlaco Navarrería, una American Pale Ale un tanto especial y no muy al uso con una ligera lupulización mayor que el resto de sus hermanas. La Morlaco Redin es una English Pale Ale con un perfil más maltoso y, finalmente, la Morlaco San Cernín es una Golden Ale muy ligera de 4,8º alc.
En los próximos meses verán la luz un par de “morlacadas” que esperamos que gusten y que seguro que no dejarán indiferente a nadie.
C.A: ¿Esas nuevas “morlacadas” o las actuales cervezas, de dónde sacan su nombre?
M.B: Los nombres que damos a nuestras cervezas corresponden a sitios emblemáticos de Navarra y sobretodo de Pamplona, como son los burgos, baluartes, frontones o calles queridas por nosotros.
TambiÉn cabe destacar que hemos ido introduciendo el tÉrmino “morlaquear” en Pamplona, haciendo referencia a salir de “pintxos” acompañado de una rica Morlaco Beer.
C.A: Para que los pamplonicas disfruten de morlaco beers, habrá una gran tarea detrás, sobre todo elaborando 5 cervezas. ¿Cómo es vuestro día a día?
M.B: Las personas que estamos metidos en esta industria coincidimos en que el nuestro es más que un trabajo, casi es una forma de vida. Es imposible desconectar del todo ya que al final hemos hecho de nuestra pasión una forma de ganarnos la vida. Eso es precisamente lo que hace que, a pesar de las larguísimas jornadas de trabajo y de estar continuamente buscando sabores e ingredientes, se aguante y se disfrute tanto como nosotros disfrutamos de esto.
C.A: En vuestra web animáis a la gente a probar cervezas artesanas. ¿CreÉis que aún quedan muchas micros por abrir y muchos paladares que conquistar?
M.B: Es algo que siempre repetimos en todas las catas que damos, hay que ser promiscuos… nos referimos a que hay que deleitarse en la gran variedad de cervezas que se están haciendo ahora mismo aquí y fuera de nuestras fronteras. En la variedad está el gusto, se suele decir.
En cuanto a si se va a seguir con este ritmo de nuevas micros, en nuestra modesta opinión creemos que sí, por lo menos durante unos cuantos años más. Hay datos de países como Inglaterra, país con cientos de años de tradición cervecera, que nos indican que a pesar de estar instaurada una tradición cervecera y de poder parecer que el mercado está ya saturado, se siguen formando nuevas micros a un ritmo incluso superior al que hoy en día existe en nuestro país.
C.A: ¿Cuál es el consejo que daríais a alguien para que sean más “promiscuo”?
M.B: Que disfrute y que no deje de probar, que se informe de quÉ es lo que va a consumir y que por supuesto vaya de menos a más. Es decir, nunca empezaría a consumir directamente una Imperial IPA o un estilo como el Barely Wine si jamás he salido de las cervezas industriales. Pero sobre todo que se informe de lo que es realmente la cerveza y que no deje de probar cosas nuevas.
C.A: ¡Que todo el mundo os oiga!