Un Sorbo de Historia y Sabor
Imagina estar en Bruselas y descubriendo la Cantillon Rosé de Gambrinus, una joya en el mundo de las cervezas. Este brebaje no es simplemente una bebida; es una experiencia de sabor, tradiciones y un toque de frutas que bailan en tu paladar. Con alrededor de 200 gramos de frambuesas por litro, cada sorbo está cargado de historia.
Las Frambuesas Húngaras: Protagonistas del Sabor
La receta original ha tenido sus altibajos, ¡como toda buena novela! Inicialmente se utilizaban frambuesas de Bélgica, pero su color no era lo que se esperaba. Así que, adiós a la vieja fórmula y ¡hola a las frambuesas húngaras! Un cambio que aportó el color vibrante que necesitaba esta deliciosa Lambic.
Un Viaje en el Tiempo: De Guerras y Cervezas
La historia de la Rosé de Gambrinus nos lleva a tiempos turbulentos. Durante la Primera Guerra Mundial, las cervezas frutales desaparecieron de escena. Pero, resurgieron en los años 20, solo para enfrentarse nuevamente a la adversidad con la II Guerra Mundial. A pesar de esto, Cantillon se negaba a rendirse, y en 1973, revivió su amada Framboise, gracias a un amigo que trajo un cargamento de frambuesas.
La Etiqueta que Causó Furor
La famosa etiqueta de esta cerveza tiene su propia historia llena de arte y transmisión de pasiones. En 1980, el acuarelista Albert Borret fue comisionado para crear una etiqueta que capturara la esencia de la cerveza. La representación del rey Gambrinus sentado con una mujer desnuda pasó a ser un tema de conversación, generando debates sobre arte, eroticismo y libertad de expresión.
De la Crítica a la Controversia
La etiqueta, que antes era un símbolo de tradición, se encontró en medio de la controversia cuando Brasserie Cantillon comenzó a exportar a Estados Unidos. Para adaptarse a los estándares estadounidenses, se propuso cubrir a la mujer en la etiqueta, lo cual generó reacciones. Al final, el diseño volvió a su versión original, pero la lucha por el arte y la censura continuó.
Cerveza y Feminismo: Un Diálogo Necesario
El debate sobre la etiqueta sigue vivo. Algunos la ven como una expresión artística, mientras que otros piensan que perpetúa estereotipos. Personalidades de la industria cervecera han opinado sobre esto, poniendo de relieve la complejidad de mezclar arte, cultura y feminismo en la actualidad.
Reflexiones: La Evolución de una Etiqueta
A medida que el tiempo avanza, también lo hacen las percepciones. Lo que era aceptable hace años ahora se cuestiona y sujeta a análisis. La etiqueta de la Rosé de Gambrinus invita a una reflexión profunda sobre el arte, el marketing y la cultura del consumo. Con un legado que mezcla tradición y creatividad, sigue siendo una pieza que provoca el diálogo y nos invita a cada uno a explorar nuestra propia percepción.
Así que la próxima vez que levantes una copa de Cantillon Rosé de Gambrinus, recuerda que cada burbuja cuenta una historia, y cada sorbo es una mezcla de pasado y presente, arte y controversia.
