ROMA – “Mis soldados no tienen más cerveza, se solicita que la envíen ahora”. Firmado por Masclus, soldado de hace miles de años. Este es uno de los muchos mensajes, capaces de aportarnos información sobre la vida de los romanos, que se encuentra en el extraordinario descubrimiento del fuerte romano de Northumberland. Se encuentra situado en una zona de Inglaterra llamada Vindolanda, cerca de la frontera con Escocia donde se encontraba la gran muralla de Adriano.
Cuando en 1992 Robin Birley, director arqueológico de la excavación, descubrió en Vindolanda gran número de importantes cartas de Época romana (hoy conservadas en el British Museum junto a otras encontradas desde 1973 hasta ahora) su hijo Andrew tenía 17 años y soñaba con llegar a ser como su padre. “Yo siempre he esperado que allí se encontrase algo. Y este descubrimiento es espectacular”.
A finales de junio este sueño se ha hecho realidad: en la excavación, que ahora Él dirige, Birley junior ha recuperado 25 tablillas, cartas escritas sobre pequeñas piezas de roble o abedul, conservadas en buen estado lo que facilita su descifrado, que se datan en torno al I siglo d.C. Un hallazgo “que he esperado toda la vida” dice Birley despuÉs de brindar con sus compañeros de obra.
Son mensajes del pasado, la mayoría relacionados con la vida militar de la fortaleza, pero que a los investigadores les aporta “mucho sobre cómo vivían y de quÉ sucedió”.
Los trozos de madera, muy finos y alguno grabado con tinta, se encontraron en un tramo a cuatro metros de profundidad en posición vertical, como “si alguno los hubiese escondido ahí para nosotros”.
Gracias a las condiciones del terreno y a la humedad de esta zona de Gran Bretaña las tablillas han sido “conservadas de una forma única”. El examen inicial, a expensas del análisis infrarrojo y de algún texto que requerirá más tiempo y mejor equipo, ha demostrado que algunas de las cartas fueron firmadas por un soldado llamado Masclus, el cual daba indicaciones sobre el abastecimiento del fuerte y solicitaba ayuda a sus superiores. Muchos textos se han encontrado en roble “y esto nos permite una mejor lectura y una mayor conservación. Otros textos encontrados creemos que se tratan de mensajes personales” – continua Birley.
Toda la familia Birley, el hijo Andrew, su madre Patricia y su padre Robin, continúan los trabajos de decenas de años en Vindolanda. En el 2003 los expertos del British Museum definieron las tablas encontradas aquí (en concreto estas de 1992) como el tesoro arqueológico más importante de Gran Bretaña. En cierto modo más bonitas que las de Bloomberg encontradas en Londres porque estas de Vindolanda “transmiten pasajes de la vida mucho más personales, no hay nada más excitante que leer estos mensajes del pasado lejano”.
Según los expertos, estos nuevos fragmentos “ayudarán a comprender la vida del Imperio y quizás aporten nuevos nombres que merezcan tener un hueco en la historia de la Gran Bretaña romana. Para todos nosotros, desde los investigadores hasta los arqueólogos voluntarios, el día en que levantamos “al cielo” la primera tablilla encontrada será un momento que recordaremos para siempre.