La cerveza, el mejor ingrediente para que fluya la cosa…
Aunque habría voluntarios de sobras para experimentar sobre el lúpulo y el sexo (por favor, ¿Dónde hay que presentarse voluntario?), a los científicos no se les ocurre otra cosa que hacer el experimento con ratones. En su estudio «La evidencia experimental de la actividad anafrodisiaca del Humulus lupulus L. en ratas machos con y sin experiencia sexual», la doctora Paola Zanoli y su equipo de la Universidad de Módena Y Reggio Emilia (Italia) investigaron el efecto que la administración de lúpulo tenía sobre el comportamiento sexual de las ratas macho. La medicina popular recomienda el uso de lúpulo -ese ingrediente que los cerveceros tenemos en tanta estima- como sedante por sus propiedades antiespasmódicas y digestivas (sí, podemos dar cuenta de ello). A lo largo de la historia tambiÉn se han referido sus propiedades beneficiosas para combatir la eyaculación precoz. Pero no hay estudios científicos sobre ello. El único del que tenemos noticia es este que comentamos dirigido por Zanoli.
Para comprobar si el efecto era cierto en las ratas (valga recordar que son un poco diferentes a los humanos, aunque no en el 100% de la casuística) se les administraron dosis de extracto de lúpulo 5, 10, 15, 25 y 50 microgramos/kg tanto a los ratones «vírgenes» (que mal suena aquí esta palabra) como a los experimentados.
En las ratas que no tenían experiencia sexual previa, la administración del extracto de Humulus Lupulus redujo significativamente el porcentaje de realización del acto y eyaculación de los animales en comparación con los otros ratones que no habían tomado nada. En los ratones con experiencia sexual no hubo ningún tipo de incidencia. Por tanto, el efecto «antiafrodisiaco» del lúpulo solo funciona en ratones que no hayan tenido experiencia sexual anterior. ¿Quiere decir eso que si eres virgen mejor que no bebas cerveza artesana y mucho menos una IPA? No, a no ser que seas un ratón. Y aún siendo un ratón, te recomendamos que para nada te pierdas ninguna de las dos experiencias !Por Ceres y Afrodita!
De todas maneras, queda claro que el lúpulo, además de servir para aderezar zumos de cebada maravillosos, es una planta con propiedades diversas e inquietantes. DespuÉs de innumerables experimentos de campo (especialmente los viernes por la noche), nos ha quedado diáfanamente claro que puede alterar el estado de los habitantes de este planeta, sean humanos o ratones. El estudio de la científico italiana viene a cuento porquÉ existe registro histórico de haber usado el lúpulo con el objeto de rebajar la libido de los hombres. Hay historiadores que afirman que la primera vez que se puso lúpulo en la cerveza fue precisamente con ese objeto. Lo narra el reputado especialista en plantas medicinales, Christian Rätsch, en su obra «Urbock-La cerveza más allá del lúpulo y la malta». El libro es una historia de la cerveza desde el punto de vista botánico y en Él se encuentra un registro de todos los aditivos que se han utilizado a lo largo del tiempo para hacer cerveza. Rätsch registra 159 plantas, 5 minerales y 5 aditivos de origen animal, la mayoría psicoactivos. TambiÉn explica la elaboración e ingredientes de cervezas y chichas de todo el mundo.
Rätsch explica que hubo un tiempo en que los monjes cristianos tomaban lúpulo para calmar sus deseos sexuales. Bebían grandes cantidades de cerveza para resistir la tentación natural del sexo que les enviaba el demonio. Al final de la edad media, los monjes empezaron a usar el lúpulo en sus cervezas, por sus efectos soporíferos y para permanecer castos.
Gracias a esta supresión del sexo en la vida monástica, el lúpulo es hoy un ingrediente común de la cerveza. Pero hay otros episodios históricos que acaban de afianzar su presencia y que tambiÉn tienen relación con el sexo. Según el antropólogo alemán, el objeto de la promulgación de la ley de la pureza alemana de 1516 no era otro que el de prohibir los numerosos aditivos psicotrópicos que se usaban en la Época como el hongo Amanita Muscaria), setas lisÉrgicas (¿os suena el LSD? Pues sus madres naturales) o sustancias supuestamente afrodisíacas como la mandrágora.
El polÉmico libro de Rätsch
Según la valoración del experto, la famosa Deutsches Reinheitsgebot de 1516 en realidad no surge como una avanzada ley de protección del consumidor y de una determinada manera de hacer la cerveza (sólo con malta de cebada y trigo, lúpulo, agua y levadura) sino que se trata de una autÉntico estatuto de prohibición de drogas. A partir de ese momento solo se podían utilizar los «soporíferos» lúpulos. Pero cada persona es un mundo. ¿A ti que te parece? ¿De verdad te duermes al beber cerveza? ¿Notas algún tipo de efecto sobre tu deseo sexual? ¿Has hecho alguna producción en casa o en tu fábrica en la que hayas añadido alguna cosa especial, original, psicotrópica? A ver si podemos aclarar un poco el tema en los comentarios.