Una revolución en cada sorbo: las cervezas que rompen esquemas
Las cervezas estilo New England IPA, conocidas por su carácter turbio y aromas explosivos, han conquistado paladares en Estados Unidos y están empezando a abrirse camino en otros horizontes. Pero ¿qué las hace tan especiales? Más allá de su apariencia nublada, su encanto radica en una filosofía de producción que desafía las reglas tradicionales de las IPAs más amargas y cristalinas.
El perfil de un estilo que invita a todos
Lo que destaca a estas cervezas en un mar de opciones es su capacidad de atraer a un público variado: desde los adeptos del lúpulo que buscan aromas frutales y cítricos, hasta quienes prefieren un perfil más suave y cremosa. La clave está en un equilibrio que combina mucho aroma con un nivel de amargor moderado, rompiendo con la idea de que las IPAs deben ser agresivamente lupuladas.
Secretos y técnicas para crear una NEIPA con personalidad
El arte de manipular el lúpulo sin perder la suavidad
Para lograr ese estallido aromático sin que la amarga domine, los maestros cerveceros optan por evitar agregar lúpulo durante la ebullición. En su lugar, prefieren introducirlo en fases posteriores como el whirlpool y el dry-hopping. Esto permite que los fragantes compuestos se mantengan intactos y se integren en la cerveza de manera más delicada.
La elección de variedades frutales, ¡más que nunca!
Con cerezas en su paleta, variedades como Citra, Mosaic, Galaxy y El Dorado son las preferidas por su perfil jugoso y exótico. Es una forma de potenciar el carácter aromático sin recurrir a variedades clásicas menos frutales y, en muchas ocasiones, más agresivas en amargor.
El poder del dry hop, ¡más y mejor!
Las dosis máximas en dry hop transforman la experiencia sensorial. Algunas cervecerías llegan a realizar múltiples adiciones en la misma fermentación para potenciar esa sensación de frescura y jugosidad, logrando que la cerveza tenga aromas tropicales intensos sin que eso afecte la suavidad en el trago.
Turbiamente embrujadas y orgullosas
La turbidez en las NEIPA ha sido objeto de debates. Algunos piensan que refleja un producto sin terminar, pero los cerveceros que lideran el movimiento entienden que es una característica integral. La opacidad, en su opinión, responde a un proceso controlado que busca intensificar la sensación en boca y la experiencia aromática, sin sacrificar sabor ni calidad.
El secreto no solo está en la receta
Mucho antes de cultivar levadura en un laboratorio, los maestros saben que la magia en una NEIPA está en su tratamiento del agua y en una técnica de macerado que favorece el cuerpo y la textura. La proporción de sales, en especial el aumento de cloruro en relación con el sulfato, contribuye a esa sensación cremosa y gourmand que todos apreciamos en estos estilos. Además, la temperatura de macerado y los ingredientes con alto contenido proteico, como avena y trigo, ayudan a lograr esa textura opaca y sedosa.
El toque final: la levadura y la innovación constante
Las levaduras son el alma de cada cerveza, y en las NEIPA no es la excepción. Preferidas son cepas como Vermont Ale o London Ale III, que aportan perfiles más frutales y livianos. La experimentación y la búsqueda de sabores únicos siguen siendo el motor de estos creadores, quienes aconsejan probar distintas cepas para encontrar la propia fórmula ganadora.
¿Qué nos depara el futuro de las NEIPA?
Lejos de una moda pasajera, estas cervezas siguen evolucionando. La creatividad en ingredientes, técnicas de tratamiento del agua y fermentación promete nuevos perfiles sensoriales que sorprenderán incluso a los paladares más escépticos. La clave está en la libertad de experimentar, aprender y compartir en cada batch, transformando cada cerveza en un pequeño universo propio.