BierCab ha sido escogido recientemente como la mejor cervecería del mundo, de acuerdo con los votos de los cerveceros de Rate Beer. De los cuatro socios que forman BierCab, Manuel Baltasar es el que más tiempo pasa en ella. Formado en la cervecería Freiburg de l’Hospitalet de Llobregat, Baltasar lucha constantemente para traer las mejores cervezas artesanas a su cervecería barcelonesa, de 30 grifos. TambiÉn apuesta por cervezas artesanas nacionales, aunque manifiesta que en España aún queda mucho camino por recorrer, y que la calidad de las cervezas españolas aún no puede equipararse a las extranjeras: “Todo el mundo se ha tirado al carro, pero la cerveza es una cosa muy delicada: un arte. No es tan fácil hacerla”.
Cerveza Artesana.: Eres el alma del BierCab. ¿Cómo empezó todo?
Manuel Baltasar: El proyecto del BierCab proviene de cuatro amigos que nos conocemos de hace muchos años, todos pertenecientes al mundo de la cerveza, y que un día decidimos hacer algo diferente en Barcelona. A raíz de un problema que hubo con un cervecero, conocí al resto de socios: la cervecera Naparbier, Gabriel Bocanegra (Zombier) y Sven Bosch (The Drunk Monk y Naparbier).
C.A: No hay mal que por bien no venga.
M.B: Exacto. Una vez decidido, nos ofrecieron varios proyectos. Queríamos algo personal, con mesa compartida, al más puro estilo europeo. De todos los proyectos, nos quedamos con lo que ahora se puede ver: madera, hierro y un toque industrial, pero sin olvidar la calidez. TambiÉn hemos apostado por la gastronomía. Para nosotros era muy importante que la gente viniera a pasar un buen rato comiendo y bebiendo. Todo lo basamos en la cerveza, pero la cerveza debe ir acompañada de buena comida.
C.A: ¿QuÉ relación tenías antes con la cerveza?
M.B: Trabajaba en una cervecería de l’Hospitalet de Llobregat, que se llama Freiburg. Allí era una lucha constante: llevar al mundo de un mercado el sector de la cerveza artesana. El cliente habitual era gente no habituada al producto, pero empezaron a probar y se dejaron guiar por mí. Así conseguí que mucha gente de un barrio pudiera llegar a probar cosas muy diferentes.
C.A: Recientemente los cerveceros de Rate Beer han convertido el BierCab en la mejor cervecería del mundo. ¿Os sentís orgullosos?
M.B: Me siento muy orgulloso. Esto como la Copa del Rey: nadie la quiere, pero si la ganamos lo celebramos. Todo el mundo critica a Rate Beer, pero creo que esta plataforma nos ha dado un empujón muy grande, así como una imagen. Esa imagen es la que ahora estamos intentando transmitir a la gente, con los mismos valores y la misma humildad que teníamos en un principio.
Los tiradores del BierCab
C.A: Desde un principio BierCab ya se situó en los primeros puestos de Ratebeer. The Drunk Monk, creación de Sven Bosch, tres cuartos de lo mismo. ¿Cuál es el ingrediente mágico?
M.B: Por un lado, lo que yo vi en Estados Unidos cuando fui es que a ellos les da igual. Lo tienen mucho por la mano y no valoran tanto el producto como nosotros. Allí es muy normal ir a un bar y tomarse cerveza artesana. Para nosotros, en cambio, todo esto es nuevo, y lo valoramos como oro en paño. Esta ilusión se traslada a la gente.
Por otro lado, siempre hacemos una pequeña criba de todo lo que uno puede conseguir, e intentamos probar todo lo que traemos. TambiÉn intentamos traer al público lo que más nos gusta a nosotros, basándonos en nuestros valores. De esta forma hemos logrado traer cervezas muy importantes, que muchos otros países de Europa o del mundo no se atreven a traer. Nos hemos basado siempre en lámbicas o Stouts muy potentes, entre otras, y hemos hecho un evento con Struise Brouwers, en el que pusimos 30 grifos con cervezas suyas. Fue una apuesta muy alta, que nadie había hecho, pero nos salió bien. Lo más importante es apostar por alta gama y calidad.
C.A: Calidad nacional e internacional.
M.B: Sí, hay que apostar por los productos propios. Beber local es lo mejor que nos puede pasar. La gente habla de Estados Unidos, pero seguro que la mejor cerveza que te puedes tomar de la costa este de Estados Unidos es la que se elabora en esa misma zona, porque está hecha allí. Esto es lo que estamos buscando nosotros: poder comprar cerveza de aquí y consumirla aquí. Cerveza local. Es el futuro.
C.A: No tan futuro. Hace unas semanas nos tomamos una Sullerica de Mallorca.
M.B: Sí, nadie se atrevía a traer una cerveza de Mallorca. Sin valores exagerados, fue una cerveza muy fácil de beber, que no tenía ninguna contaminación ni ningún defecto. Pudo gustar más o menos, pero la cerveza estaba bien hecha.
C.A: Me comentabas que algunas veces os llegan cervezas un poco verdes.
M.B: Sí, a veces nos han llegado cervezas demasiado frescas, que hemos tenido que dejar reposar para que maduren un poco. No estaban al 100%. Hemos pasado al extremo de querer solo frescura y frescura, pero la frescura tiene un límite tambiÉn.
C.A: ¿Has tenido que despinchar cervezas?
M.B: Ha habido veces que tenía pinchados cinco o seis barriles, y los he tenido que despinchar porque la cerveza no estaba bien, o necesitaba reposar.
C.A: ¿Cuál es el cliente más habitual?
M.B: La media de edad de nuestros clientes ronda desde los 20 hasta los 34-40 años. Sin embargo, estamos en el centro de Barcelona, en un sitio muy privilegiado, así que tenemos gente de todos lados. TambiÉn estamos muy bien situados en Internet, hecho que nos trae a muchos extranjeros. Supongo que, al fin y al cabo, todos nos guiamos por el mismo sitio: Rate Beer. Cuando viajamos, miramos quÉ bares hay en las ciudades, e intentamos ir.
C.A: ¿El cliente nacional valora el producto como es debido?
M.B: Aquí la gente no valora la cerveza artesana. Es una pena pero los de aquí no consumen cervezas locales, sino de fuera.
C.A: ¿Y el extranjero?
M.B: El extranjero, en cambio, busca cerveza local. Un americano está harto o está acostumbrado a sus cervezas americanas, y si tiene cervezas nacionales a mano, las prueba. DespuÉs las evalúa. Si la ve bien, la repite.
Aunque parezca una tontería, nos han tachado muchas veces de que no vendemos cerveza local, pero la cosa está en que miramos mucho el producto. Aquí la gente habla mucho de cerveza y, si una no está en condiciones, te lo va a decir. Y eso es malo para mí, pero tambiÉn para el cervecero. Yo, al fin y al cabo, soy BierCab, un puente entre la cerveza y el cliente.
C.A: Digamos que falta cultura.
M.B: Falta cultura, y un empujón. No me daba tanta cuenta antes, pero ahora, con 30 grifos, veo que tengo a lo mejor 5 cervezas nacionales, y 25 de fuera, y las de fuera las superan con creces. El que prueba las de aquí no repite. Ahí te das cuenta de que hay un problema.
C.A: ¿Oportunismo?
M.B: Todo el mundo se ha tirado al carro, pero la cerveza es una cosa muy delicada: un arte. No es tan fácil hacerla. Es como la alta cocina. La gente se piensa que es fácil, pero un buen cocinero es un crack. Con la cerveza pasa lo mismo. Ya puedes tener los ingredientes, que si no sabes ponerlos en el momento adecuado, no harás nada. TambiÉn intervienen muchos otros factores, como la limpieza y las bacterias.
Manuel Baltasar recogiendo el diploma del curso de Análisis Sensorial que Siebel Institute impartió en la sede del Instituto de la Cerveza Artesana
C.A: ¿QuÉ nos dices de los eventos que solÉis realizar, como el de cervezas italianas de hace unos meses? ¿Nos tenÉis alguno más preparado?
M.B: El próximo 10 de julio, y hasta el 13, haremos un evento inglÉs, en el que sólo habrá cerveza inglesa. Entre todos los socios hemos buscado un montón de productos y, de hecho, va a ser la primera vez que se van a poder probar aquí autÉnticas joyas del Reino Unido. Tenemos un total de 50 barriles, todos diferentes.
Entre las cerveceras que tendremos con nosotros, hay Magic Rock Brewing, Burning Sky, The Kernel o Tempest Brewing Company. Además, muchas van a envasar sólo para nosotros cervezas que tienen preparadas para sacar a la venta en unos meses o un año. Seremos los primeros en ponerlas. Incluso van a venir algunos de los cerveceros de estas compañías.
C.A: Pinta muy bien, aunque tenemos entendido que de cara a vuestro aniversario estáis preparando algo realmente grande….
M.B: De cara a nuestro aniversario ampliaremos el local. TambiÉn organizaremos un evento, para el que estamos preparando lo mejor que se puede conseguir. De hecho, hemos estado viajando para conseguir cervezas que nunca más te las puedas tomar de nuevo. No se trata de ganar beneficios, sino de probar en Barcelona cervezas que nadie ha probado. Tendremos autÉnticas joyas de Estados Unidos. FiftyFifty o Russian River, por ejemplo, están a punto de caramelo.
En cuanto al local, será el doble de grande, por lo que tambiÉn habrá el doble de grifos, o incluso más. Asimismo, tambiÉn hemos cogido el local del otro lado, que hará la función de tienda y de almacÉn, pues con tantas cervezas necesitamos un espacio grande donde poder guardarlas. De esta forma nos empezaremos a abrir al mercado. Nos estamos centrando en Barcelona, pero con el tiempo nos gustaría abrirnos fuera. Quizá Madrid, pero no nos importaría Europa.
C.A: Eso significa que pronto veremos más cervecerías de vuestra creación en las primeras posiciones de BierCab.
M.B: ¡Esperemos!
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