Esta semana os queremos contar, amigos homebrewers, una tÉcnica que permite corregir una cerveza defectuosa. Consiste en mezclar dos diferentes para hacer de la cerveza resultante una bebida más compleja, con sabores y aromas mucho más interesantes.
La gran mayoría de las cervezas caseras se elaboran siguiendo los mismos pasos: se prepara y cocina una receta, se deja fermentar, madurar y finalmente, se disfruta. Si bien esta es la teoría, en la práctica no siempre sale tal y como queremos. Es muy posible encontrarnos con una cerveza que nos guste del todo, y despuÉs de tanto trabajo, uno no se ve con fuerzas de echarla a perder.
Muchos productores de vino, por el contrario y ante estas situaciones – porque sí, los vinos tambiÉn pueden sufrir contaminaciones-, deciden mezclar diferentes añadas. El estilo “Burdeos”, por ejemplo, está elaborado a partir de una serie de vinos diferentes mezclados despuÉs de la fermentación. Mezclar los vinos produce un producto de alta calidad pero tambiÉn con consistencia en sabor de año en año.
La mezcla de cerveza, pues, permite corregir errores menores e incluso algunos importantes que se generan en una producción. En algunos casos tambiÉn permite producir un estilo de cerveza que de otra manera sería muy difícil o laborioso de elaborar con los mÉtodos caseros.
Una de las principales funciones de la mezcla es corregir una cerveza defectuosa. Se puede hacer combinando con una ya elaborada o preparando una de nueva para abordar específicamente el defecto de la primera cerveza.
Para preparar una cerveza específicamente para la mezcla es más fácil de hacer cuando la que se quiere corregir tiene un desequilibrio evidente. Por ejemplo, si es demasiado o poco amarga, con poco o demasiado cuerpo, o si tiene un problema de sabor evidente. En este caso, el antídoto es obvio: preparar una cerveza que corrija el defecto en concreto.
Si la original esta over-hopped (Demasiado lúpulo), entonces hacer under-hop (Poco lúpulo) la segunda cerveza. Si es demasiado ligera, haga otra con la misma receta pero con mas cuerpo. El objetivo es generar una cerveza que, mezclada con la original, produzca un acabado equilibrado.
Una segunda estrategia es elaborar una cerveza “encubierta”. Este enfoque puede usarse para “encubrir” los fallos de la cerveza original, y puede usarse para corregir los sabores extraños más extremos. Por lo general, consiste en preparar una cerveza oscura y pesada cuyos sabores enmascaran cualquier defecto en la cerveza original.
Por ejemplo, una cerveza pálida con un defecto obvio como DMS (un sabor de maíz cocido) podría corregirse fácilmente si se mezcla con una cerveza heavy Sout para producir una Porter. Podría tomar una cerveza light lager con defectos y hacer una cerveza dark bock para producir una cerveza Dark lager.
Una cerveza light que tiene un poco de acidez por la infección se podría mezclar con una cerveza sour más pesada para hacer una cerveza intencionalmente agria/acida y hacer un estilo sour equilibrado.
Una tercera estrategia que se puede seguir cuando se mezcla cerveza es unir dos para crear un tercer sabor más específico. No es necesario que la cerveza original estÉ defectuosa, simplemente se busca hacer que una cerveza aburrida se convierta en una interesante. Por ejemplo, se pueden mezclar una Imperial Stout y una Sour.
TambiÉn se puede hacer con frutas, extractos de lúpulo y especias. Se puede agregar sabor a frutas o frutas fermentadas al gusto para hacer una Fruit Beer.
Se puede añadir un tÉ especiado al gusto, por ejemplo, para especiar la cerveza al nivel exacto que desee. Se pueden usar extractos de lúpulo isomerizados para agregar sabor a lúpulo cuando la cerveza está completamente lista, para obtener un final diferente o un nivel de amargor concreto. Añadir licores o un bourbon a la cerveza terminada le da un final envejecido, con especias o incluso bourbon barrel age sin necesidad de tener un barril. O agregando hidromiel para crear una magnífica braggot.
Para este enfoque, me parece mejor comenzar con una cantidad fija de cerveza, digamos 100 ml, y luego agregar una cantidad medida del saborizante (o cerveza aromatizada) hasta que se obtiene el equilibrio de sabor preciso que se desee. Una vez se tengan las proporciones de mezcla correctas simplemente se tiene que ir alargando hasta la cantidad que se quiera.
La próxima vez que prepares una cerveza y no sale perfecta, no la tires, ¡MÉzclala!