Pep Joan nació en Alcoi, llegó a Mallorca con 4 años y a los 20 viajó más allá de la frontera Pilsener. Con solo 20 añitos se dio cuenta de que la cerveza no era un solo planeta sino todo un universo. Al descubrir el cosmos, Pep decidió abrir la primera cervecería (entendida como tal…) de Mallorca. Aún está allí, viendo pasar a las belgas, a las alemanas…más tarde a las inglesas, a las escocesas, a las americanas… y, recientemente, a las mallorquinas. Cuando abrió el local en 1990, Pep estaba seducido por El señor de los anillos y de aquí que el bar se llame «Lorien», nombre del reino Élfico de la Tierra Media cuyo significado es «tierra de los sueños». El bar está escondido en un callejón cercano a la Plaza Mayor. Por allí pasan a diario miles de personas. Pero LoriÉn sigue siendo un local pequeño y acogedor al que las multitudes continúan vetadas por deseo expreso de su propietario. Mientras, nuevas cervezas van llegando semanalmente a este reino de sueños, prueba de que el universo continua en expansión.
Pep Joan dirige la cervecería decana de las Illes Balears.
Entran unos clientes y se acercan a la barra donde hay 4 tiradores (Ipa, Irish Red, Witbier y Stout) :
-Que cerveza quieres.
-Ponme una caña.
-Tengo una de trigo.
-No, tostadas no me gustan.
Al final le sirve una Mu-rphy y todos contentos. Una historia que se repite desde hace años y a la que Pep responde con paciencia y la sabiduría del que ha vivido la escena un millón de veces.
-Me parece que estuve aquí hace unos 20 años.
-Abrimos en el 90.
-Y hace 23 años como podías saber de qu%E8 iba el mundo de la cerveza. Yo lo descubrí hace 3 años.
-Yo estaba en una escuela para aprender a hacer un tipo de pared que aquí llamamos «pared seca»: se trata de ir colocando las piedras sin ningún tipo de material que las unifique. Mallorca está llena de ellas. Al finalizar el curso fuimos de viaje de estudios a Asturias. Allí descubrí un bar llamado «El Asturiano», todavía guardo su carta: tenían 214 cervezas y 10 de tirador. Cuando volvimos aquí a Mallorca y vi que me tocaba ponerme a trabajar, preferí ponerme a abrir y servir cervezas que a colocar piedras.
Pep todavía guarda la carta de la Cervecería Asturianu.
-¿Sois el único reducto cervecero en Palma?
-No, hay otros locales como el Atomic, el Guirigall i el Pinzell. Con 125 cervezas y 4 tiradores quizás seamos los que más diversidad cervecera ostentamos, pero no somos los únicos, no.
-23 años de Lórien y la gente todavía entra pidiendo una caña…
-Entran y piden una «caña normal»…pero de «caña normal» ya no tenemos.
-¿Pero en este casi cuarto de siglo habrás notado algún cambio, no?
-Un gran cambio. Pienso que todo está variando. Supongo que si ahora empieza a haber un consumo de cerveza artesana es porquÉ aquí o en otros lugares existen baretos donde al principio había una carta de cervezas belgas. Los homebrewers cuando empezaron tambiÉn lo hicieron con estilos belgas. Actualmente existe un boom del estilo IPA. Creo que el hecho de dar a conocer estás cervezas favorece que quieras conocer más y que hasta llegues a plantearte la posibilidad de elaborarlas tú mismo.
-Sois educadores.
-Hace 20 años no existía ni internet para conocer lo que se estaba haciendo en el mundo cervecero. El acceso al conocimiento era a travÉs del bar.
-¿Como hacías en esa Época para conseguir tus cervezas?
-En Mallorca existía un distribuidor de cervezas belgas. En esa Época básicamente teníamos cervezas belgas y cuatro alemanas. Ahora tenemos de todo el mundo…y empezamos a tener alguna mallorquina.
-¿Cuántas cervezas artesanas se elaboran en este momento en Mallorca?
-Media docena aproximadamente. En LoriÉn tenemos dos: Galilea y Sullerica. Seguramente saldrán 4 o 5 más. Dentro de 4 o 5 años continuarán los que consigan hacerla bien. El que quiera innovar o mantener el nivel de calidad alto. Aunque la calidad a una artesana ya se le supone porquÉ teniendo en cuenta los ingredientes que se utilizan van a buscar el máximo: no dejarán de poner parte de la malta de cebada para añadir arroz como hacen en la industrial, ese tipo de cosas.
La Galilea es una American Pale Ale, mi estilo favorito por la cantidad de lúpulo y el punto amargante que tiene. Me gusta mucho que sus creadores luchen por intentar mejorar, no sólo por intentar que las producciones sean iguales entre si, que les salga siempre igual. Tiene que salir igual, vale, pero tambiÉn tiene que salir buena. Sullerica tambiÉn ha hecho unas cervezas muy interesantes. El hecho que su blonde Ale lleve flor de naranjo de Sóller le da un toque de personalidad que está muy bien.
Una de las Sullericas: pale ale con romero, hierba luisa y flor de azahar del valle de Sóller.
-Mallorca tiene unos vinos excelentes que algunas bodegas exportan a 50 países diferentes. En Alemania, por ejemplo, se vuelven locos por los vinos mallorquines. ¿Puede pasar lo mismo con la cerveza?
-Tendría que ser así. Yo no veo negocio aquí, vendiendo solo en Mallorca. Y tienen que evolucionar. El otro día pedí que me volviesen a traer de una tercera marca mallorquina y todavía estoy esperando. Que este negocio lo empiecen 4 amigos está bien. Pero tienes que venderla. Tienes que tener un comerciante. No puedes estar cargando tu coche cada día con dos cajitas aquí, dos cajitas allí porquÉ solo en gasolina ya no vas a sacar suficiente.
-Mallorca cada año recibe 4 millones de alemanes y yo diría que todos beben cerveza. Algunos en cantidades ingentes.
-Está muy bien que la gente, que los turistas puedan consumir productos locales. Está bien que se quieran hacer estos productos. Pero los alemanes están acostumbrados a beber sus cervezas. Es lo mismo que aquí: a la gente que está acostumbrada a Mahou o Estrella no le des según quÉ. Tal vez el alemán sea un cliente más exigente y que seguramente tenga más cultura cervecera.
-Tendrán más cultura, pero en Mallorca muchos se emborrachan de San Miguel y de lo que les echen.
-Ese no es el cliente que interesa.
Lórien, además de cervezas, tiene una colección de hadas.
-Tendrán más cultura, pero en Mallorca muchos se emborrachan de San Miguel y de lo que les echen.
-Ese no es el cliente que interesa.
-¿Alguno de esos teutones llega a tu cervecería?
-Turistas no. Vienen extranjeros que viven aquí. Este verano he detectado algunas parejas de ingleses que vienen buscando cervezas locales porquÉ tambiÉn es gente con más cultura cervecera.
-¿Y eso no demuestra que la cerveza local podría tener futuro aquí sin necesidad de venderse fuera de Mallorca?
-No creo. Si hubiese 40 loriens, vale. Pero una vez que la gente la ha probado y la has colocado en el bar de tus colegas, queda poco mercado por explotar. Por tanto, lo que te decía, el mercado es el mundo. Lo que está pasando es que estamos haciendo pagar de 3’40 a 3’90 por cervezas locales. Yo las tengo y gano menos que con otras de fuera. Pero las quiero tener y más baratas porquÉ quiero que la gente las conozca.
-¿Todavía haces pared seca?
-No. La única pared que hago es la que se necesita para beber unas cervezas. Antes de beber, mejor comer algo que haga pared en el estómago.
-Pues vamos a cenar que ya llevamos dos Ipas. Pagas tu.
Esta es la cara que se le quedó a Pep con la última pregunta. 😉
La «Cara B» de la carta de la «Cervecería Asturianu». un papel con 24 años de historia. Al parecer, el local todavía existe pero no tiene la variedad de cervezas que presentaba hace un cuarto de siglo.