Hace unos días se ha celebrado el European Beer Star 2013 y ninguna de las cervezas elaboradas en España ha conseguido colocarse entre los galardonados. Este certamen está considerado como uno de los concursos cerveceros más importantes del planeta en el que participan fábricas artesanales de todo el mundo.
Nos hubiese gustado poder explicar que alguno de los cerveceros de la península o las islas había conseguido alguno de estos premios porquÉ lanzaría un mensaje claro a la comunidad cervecera internacional. Pero no ha sido así. Este año los países galardonados han sido Alemania, BÉlgica, Italia, Namibia, Brasil, Gran Bretaña, Finlandia, Bielorrusia, Canada, EE.UU., República Checa, Camboya, Japón, Brasil, Polonia, Austria, Suiza y Holanda. 50 categorias, tres premios para cada una, pero ni uno para la cerveza artesanal hecha aquí. Cabe decir que participaron 1300 cervezas de todo el mundo y que solo consiguieron una distinción 150.
¿Cuánto tardaremos en ver una cerveza hecha en España coronarse como una de las mejores de un concurso importante como el European Beer Star? Será mejor para todos que sea pronto que tarde. Entonces podremos asegurar que las cervezas hechas aquí le pueden mirar a la cara a las del resto del planeta. Mientras, el sector cervecero artesano español tiene que continuar trabajando con humildad, haciendo las cosas bien, con tesón. La vía del estudio, del conocimiento, es básica para seguir adelante. Nuestros maestros cerveceros juegan con desventaja con otros países como Estados Unidos o Alemania donde existen escuelas cerveceras de prestigio como el Siebel Institute. Pero ya se sabe, si Mahoma no va a la montaña…Mahoma debería ir a Siebel (o similar).
En estos momentos la venta de cerveza artesana en España ronda el 0’1% del conjunto de ventas de cerveza. En Estados Unidos se habla de un 7% y en Italia del 3%. Además, en USA la venta de craft beer sube alrededor de un 15% cada año mientras que la venta de cerveza industrial sigue bajando. Aquí la cerveza industrial tambiÉn vende menos, pero dicha bajada no está relacionada con el aumento de ventas de la cerveza artesana. La búsqueda de la excelencia a toda costa; la lucha por conseguir cada vez más y mejores conocimientos sobre la elaboración cervecera; el respeto del cervecero artesano por los procesos y los mejores ingredientes para producir un producto de calidad o la evolución de la maquinaria empleada son algunos de los puntos que la cerveza artesana española debería sumar para, algún día, hacerse con un galardón importante que demuestre que estamos en la primera división internacional cervecera. Ese momento aún no ha llegado. Seguiremos trabajando.
Los jueces catando algunas de las 1300 cervezas que este año se presentaron al concurso.
Hace unas semanas publicamos una entrevista con Fabio Giovanni, propietario de varias cervecerías italianas. Conocedor del panorama cervecero de nuestro país por haber vivido diversos años en Valencia, al preguntarle sobre quÉ pasos debería dar la cerveza artesana en la península ibÉrica para mejorar y ponerse a la altura de las italianas, nos daba esta respuesta: “Las cerveceras tienen que mejorar su producción para hacerse con la confianza del consumidor. ¿Como? Hacer cultura con cursos de degustación; cursos de producción…Los fabricantes artesanos tienen que luchar por obtener un reconocimiento a nivel internacional a travÉs de concursos, por ejemplo, donde van a competir con cerveceras de Alemania, de BÉlgica…En Italia en el 1999 Birrificció Italiano ganó la medalla de plata en Alemania. Eso supuso un cambió importante porquÉ los italianos recibieron el mensaje de que la cerveza italiana no estaba mal. Pero es un camino largo.”
Nuestra intención al escribir un artículo como este es poner un espejo delante de un sector joven para que madure. Existe un efecto que podríamos denominar “amor incondicional cervecero” o “amor de madre cervecero” que convierte a cualquier cerveza más o menos digna en una autÉntica obra de arte a ojos de su elaborador. No todos los elaboradores ni homebrewers españoles adolecen de este curioso estado psicológico por el cual la complacencia con uno mismo se convierte en un autÉntico enemigo. Desde Cerveza Artesana no vamos a fomentar esas actitudes sino todo lo contrario. La crítica constructiva es la base de todo gran proyecto. Y el de la cerveza artesana en este país tiene que ser de los mejores del mundo. Por tanto, ánimos para el concurso del 2014.