Sufría trastornos digestivos, resacas alcohólicas pesadas e insufribles y dolores musculares, entre muchas otras dolencias. Ésta es la realidad sobre el británico Matthew Hogg, que padece del síndrome de autodestilación. Aunque la noticia se dio a conocer en Gran Bretaña en octubre, no ha sido hasta ahora que en España se ha hecho eco de esta información. Al parecer, este síndrome provoca que los azúcares o hidratos de carbono ingeridos se conviertan en etanol y, por lo tanto, te sientas resacoso. Aunque inicialmente a muchos les podría parecer ventajoso embriagarse con, por ejemplo, chucherías y galletas, las consecuencias de este síndrome no son para nada agradables.
Matthew Hogg. Fotografía de http://www.vice.com/es
Matthew Hogg tiene actualmente 34 años y vive en Yorkshire, al norte de Inglaterra. Durante toda su niñez, cuando aún no le habían detectado el síndrome de autodestilación, sufría trastornos digestivos, hinchazones y gases. “Podía sentir el burbujeo de la fermentación en mi abdomen”, comenta el británico en una entrevista de la revista Vice. A medida que se iba haciendo mayor, los síntomas iban empeorando. Así, de la fatiga crónica y los dolores musculares pasó a resacas alcohólicas de gran calibre, sin haber consumido ningún tipo de bebida de graduación.
Las consecuencias en la vida diaria fueron, poco a poco, tambiÉn en aumento. Matthew Hogg siempre había sido un buen estudiante, a la vez que era un aficionado del deporte. Sin embargo, cuando el síndrome empezó a manifestarse se vio que ya no podía rendir como lo solía hacer. Consiguió entrar por los pelos en la Universidad de Sheffield, donde quería estudiar un grado de informática, pero tan sólo pudo aguantar dos semestres. “Vivir lejos de casa, estudiando y relacionándome al mismo tiempo, era demasiado para mi cuerpo y mi mente envenenados”, explica Hogg. Asimismo, no pudo seguir con el atletismo, pues se sentía exageradamente agotado despuÉs de cada carrera.
Al volver a su casa, tampoco pudo encontrar trabajo debido a su enfermedad, por lo que pensó en pedir una ayuda al Gobierno por discapacidad. Por esos entonces, el síndrome ya había sido identificado por el doctor londinense Keith Eaton, especializado en dolencias crónicas desconocidas y poco habituales. No obstante, la enfermedad no era ni conocida ni reconocida por el Gobierno y por muchos otros mÉdicos. Le acabaron concediendo la ayuda, pero fue debido a varios diagnósticos que Matthew Hogg había ido recibiendo a lo largo de su vida, como el del síndrome de colon irritable (SII), el de fatiga crónica (SFC-EM) o el de Sensibilidad Química Múltiple (MCS).
Matthew Hogg y su pareja. Fotografía de Caters News Agency
En 2008 este británico creo la Environmental Illness Resource, una página web de información sobre enfermedades crónicas poco conocidas. Este portal de Internet le permitió tener ingresos provenientes de la publicidad, por lo que se dio de alta como autónomo. Esta independencia económica, sin embargo, tan sólo duró hasta 2012. Actualmente, Matthew Hogg vive gracias a sus padres y su pareja. No ha dejado atrás el portal informativo; todo lo contrario, sigue luchando arduamente para ayudar a toda aquella persona que sufra de problemas parecidos a los suyos. Además, ha conseguido mitigar los síntomas del SFC-EM y recuperarse de MCS. Debido a esta mejora en varios de los síndromes de los que padecía, pudo concentrarse de nuevo en estudiar y, en 2010, obtuvo una licenciatura en Ciencias con honores de primera clase en Medicina Nutricional de la Universidad británica de Nutrición y Salud (BCNH).
Fuentes:
http://www.ei-resource.org/site-info/site-info/about-us/
http://www.vice.com/es/read/mi-cuerpo-produce-alcohol