10 trucos para evitar la contaminación de la cerveza (II)
Elaborar cerveza es esperar. Esperar que la maceración alcance la temperatura adecuada. Esperar a que enfríe. Esperar a que fermente. Esperar el momento clave para añadir el lúpulo. Y, sobre todo, esperar que no haya ninguna bacteria o ningún producto químico que nos arruine el trabajo haciendo inútil tanta espera. En este post os damos 10 consejos para que la cosa salga bien a nivel casero.
Olvida la madera para siempre. Es porosa y, por tanto, un nido de bacterias. Los materiales que se recomiendan son el plástico alimentario y el acero inoxidable. Antes de utilizarlos es necesario limpiarlos y esterilizarlos. Jabón primero y despuÉs esterilizar con chemipro (un desinfectante con oxígeno activo).
2. Agua
Que no falte. Cualquier resto químico que pueda quedar dentro de las ollas u otro objeto que utilicemos para elaborar la cerveza tambiÉn es peligroso. En esta fiesta sólo puede entrar quien ha sido invitado. Por lo tanto, un buen aclarado a todos los contenedores para hacer desaparecer restos de detergente es básica. Una vez usado el chemipro, no hay que enjuagar, pero existen otros desinfectantes en el mercado que sí requieren un buen enjuague.
3. Ni gatos, ni perros, ni estornudos
Cierra la zona donde estarás elaborando a cualquier animal domÉstico. Y si estás constipado, mejor elabora cuando te haya pasado. Que no puedes esperar? vale, de acuerdo, incorpora una mascarilla al equipo.
4. Molturar en otro lugar
No moltures en el mismo lugar de la elaboración sino en un lugar ventilado para evitar levaduras salvajes y bacterias que pueden llevar las maltas.
5. Fermentación
Debe comenzar en su momento porque si lo hace con retraso, el lugar de nuestros queridos levaduras puede ser ocupado por otros microbios (bacterias, levaduras salvajes u otros microorganismos) indeseables. Si el equipo no está bien esterilizado tambiÉn puede dar lugar a que algún agente bacteriano empiece a crecer al mosto antes de que las levaduras. Si ves que se retrasa la fermentación, es que tal vez no hemos añadido las levaduras suficientes o que Éesta no se encuentra en buen estado. En todo caso, enfriar rápido es básico. Asegúrate un buen mÉtodo. Si has hecho un starter previo se reducirá mucho el tiempo que pasa desde que inóculas la levadura hasta que Éste se propaga por todo el mosto.
6. Almacenamiento
No es necesario que cierres tu futura cerveza en un ataúd, pero aparte de eso, tratala como si se tratara de un autÉntico vampiro. Que no le dÉ la luz para nada. Si la quieres sacar a pasear, que sea de noche.
7. El suelo, como una patena
Es básico limpiar el suelo antes, durante y despuÉs. Esteriliza todo como si el Dr. House tuviera que pasar revista. Las bacterias predominan en las partes menos ventiladas de la vivienda y el suelo es la parte donde se depositan más.
8. Temperatura
Mejor frío que calor. El mosto debería fermentar a una temperatura entre 18 y 23 grados y es muy importante que sea constante especialmente en el caso de las Ale.
9. Embotellado
Una vez en las botellas, la cerveza debe estar unos días para que se carbonate y madure (segunda fermentación). Esto debe hacerlo a temperatura ambiente (si es una ale, lo más importante, la estabilidad de temperatura) y lejos de zonas con corriente de aire, pero lo ideal sería a 5 grados menos de la temperatura de fermentación. Al cabo de unos 10 días, se pondrán las botellas en una zona más fría para garantizar un buen final de la historia. Por lo tanto, mejor guardar las cervezas en la nevera una vez hechas. No todos los estilos necesitan el mismo frío, evidentemente. Las IPA, por ejemplo, lo aguantan todo mucho mejor gracias al lúpulo.
10. El último
Para terminar, tres normas básicas que resumen todo lo que hemos dicho: limpieza, esteriliza y vuelve a limpiar. No lo volverÉ a decir. Bueno, sólo una vez más: limpia a fondo.
Si siguiendo todos estos consejos aún te sale la cerveza contaminada, empieza a mirar a tu alrededor y a sospechar. Mira si tu pareja esconde pediococcus o lactobacillus a algún sitio o si tienes algún colega cervecero al que la cerveza no le sale tan buena como la tuya. Si no, será el mayordomo. Suerte!