En el mundo de la elaboración de cerveza, donde los sabores pueden variar desde lo familiar hasta lo exótico, “la cerveza marrón flamenca” se destaca como un estilo que suavemente empuja los límites de la acidez, ofreciendo una experiencia de sabor única que es a la vez accesible e intrigante. Esta cerveza, a menudo denominada oud bruin, (marrón vieja en flamenco), es un testimonio del arte de la elaboración de cerveza, que combina la complejidad de la malta con la sutileza de la acidez para crear una experiencia de bebida llena de matices.
El espectro de sabores
Las cervezas rojas y marrones flamencas, si bien comparten un denominador común, cada una aporta sus propias características distintivas. El espectro de color y sabor que presentan es un testimonio de su versatilidad, ya que ambos estilos exhiben sabores frutales que bailan en el paladar, cada uno con su propio carácter único. La acidez que define a estas cervezas es un sello distintivo de su estilo: las cervezas rojas se inclinan hacia notas de bayas y cerezas, mientras que las cervezas marrones adoptan las frutas más oscuras como el higo y las pasas.
Las diferencias entre ambos estilos son sutiles pero significativas. Las cervezas rojas de Flandes Occidental tienen un toque acético distintivo que puede dar lugar a una acidez brillante, mientras que las cervezas marrones de Flandes Oriental evitan los sabores acéticos y optan por una acidez láctica más suave y sutil. Esta sutileza en la acidez es lo que distingue a estas cervezas, ya que ofrecen un equilibrio entre dulzura y acidez que resulta refrescante y satisfactorio.
Elaboración de la receta
La elaboración de una oud bruin comienza con una base de malta pilsner y de Munich, que proporciona una base sólida para la cerveza. Las capas de malta biscuit, malta de trigo, malta cristal británica (65L) y Special B añaden complejidad, con sabores que van desde tostados hasta frutos oscuros. La adición de Carafa aporta profundidad, mientras que los lúpulos como Styrian Golding añaden un toque de amargor al final de la ebullición. La combinación de levadura y bacteria, una mezcla de Wyeast 1007 German Ale y 3763 Roeselare Ale Blend, garantiza que la acidez se mantenga equilibrada, creando una cerveza que es a la vez compleja y armoniosa.
El proceso de elaboración de la cerveza
El proceso de elaboración de una cerveza Oud Bruin es sencillo pero meticuloso. La maceración y el hervor se llevan a cabo con precisión, lo que da como resultado una cerveza rica en sabor. El enfriamiento y la inoculación de la levadura de cerveza alemana inicia la fermentación, que luego continúa en una fermentación secundaria con la mezcla Roeselare, lo que permite una maduración de algunos meses antes de la degustación. La captación de oxígeno se minimiza para preservar el equilibrio de la cerveza, y el envejecimiento en barricas de roble, aunque poco común, puede agregar profundidad al producto final.
En conclusión, la cerveza marrón flamenca, u oud bruin, es un estilo que ofrece una introducción suave al mundo de las cervezas ácidas. Su equilibrio de malta y acidez, combinado con los sabores matizados que ofrece, la convierten en una cerveza que vale la pena explorar. Ya seas un cervecero experimentado o un bebedor curioso, la oud bruin tiene algo único que ofrecer, un recordatorio del arte que hay detrás de cada gota de cerveza.
Al beber esta cerveza, recordamos el viaje que ha realizado, desde los granos de cebada hasta el vaso que tenemos en nuestras manos. Es un viaje que refleja la dedicación y la pasión de quienes la elaboran y, al hacerlo, crean una bebida que no solo es deliciosa sino que también invita a la reflexión. El oud bruin, con su mezcla única de sabores y su suave acidez, es un testimonio de la tradición cervecera, un estilo que es a la vez accesible e intrigante, que nos invita a explorar el mundo de las cervezas ácidas con paladares abiertos y mentes curiosas.