La historia espumosa de una bebida milenaria
Desde las antiguas civilizaciones hasta nuestros días, la cerveza ha sido la reina de las fiestas y el fiel acompañante de tertulias. Sin embargo, en el vasto universo cervecero, ha surgido una estrella en ascenso: la cerveza artesanal. No solo por sus sabores intrigantes, sino también por la conexión personal que crea con quienes se atreven a elaborarla.
¿Listo para embarcarte en esta aventura burbujeante?
Aquí te traemos buenas noticias: ¡fabricar tu propia cerveza es más fácil de lo que parece! Imagina ser el artista de una obra maestra líquida que compartirás con amigos y familiares. Este artículo te guiará en todo el proceso, desde la selección de ingredientes hasta el embotellado.
La sorprendente fusión de cerveza y té
Y si creías que no podría ser mejor, ¡prepárate para sorprenderte! La combinación de cerveza y té es como la fusión de dos mundos que todos aman. Al mezclar estos dos clásicos, descubrimos un sabor único y refrescante.
Creaciones que han conquistado paladares
Algunas cervecerías han tomado la iniciativa de innovar con estas combinaciones, creando cervezas que van más allá de lo habitual. Ejemplos destacados incluyen:
- [‘Beaver Chamomile Wheat – Un 4.2% de frescura.’, ‘Bee Tea Wheat Ale – La atrevida infusión de Night Shift, con un 8% ABV.’, ‘Gilgamesh Mamba – Desde Oregon, con té Earl grey y un toque de mandarina a un 7% ABV.’, ‘Coors Light Iced T – Lo clásico se vuelve innovador con un 4% ABV en Canadá.’]
Paso a paso: la receta para tu cerveza de té verde
Pon tu delantal y prepárate para un experimento científico en tu cocina. ¡Atención! Esterilizar tus utensilios es clave para lograr un resultado espectacular, así que no lo escatimes.
Los pasos de tu brebaje burbujeante
Comienza rehidratando la levadura en agua tibia durante aproximadamente 30 minutos. Mientras tanto, en una olla de acero inoxidable, añade 5 litros de agua; una vez que hierva, retírala del fuego y agrega la malta. Remueve hasta que se disuelva y calienta durante otros 10 minutos, moviendo para evitar pegajosos accidentes.
Ahora llega el momento de darle ese toque especial. Introduce el té verde en una bolsa de infusión junto con una porción del lúpulo, dejando que infusionen por no más de 8 minutos para evitar amargor.
El crucial enfriamiento
Aquí llega el paso más delicado: enfriar. Puedes ser ingenioso con un serpentín o simplemente usar el fregadero con agua fría. Tras esto, genial, trasfiere el mosto a tu cubo de fermentación desde una buena altura, ¡esto ayuda a oxigenar!
Una vez que todo está a menos de 25°C, agrega la levadura, mezcla bien y deja fermentar por una semana en un lugar tranquilo y a temperatura ambiente de alrededor de 22°C.
¿Y después de la espera?
Es hora de embotellar tu creación. No olvides añadir un poco de azúcar disuelta para generar esas burbujitas características. Luego, dale un espacio en la despensa durante dos semanas a 23°C y otra a 15°C para potenciar esos sabores a medida que la magia ocurre.
Así que ahí lo tienes: a lo largo de un emocionante día y un par de semanas de espera, estarás disfrutando de una cerveza artesanal hecha por ti, con una explosión de sabores que te harán sonreír. ¡A brindar por tus nuevas aventuras cerveceras!